viernes, 23 de noviembre de 2012

VII


Me percibo único en la oportunidad de este latido
en las virtudes sencillas:
un paso
una bocanada de aire
un rayo de sol.
Se me ha concedido el don de la gracia atravesando sepulcros.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La elegancia

Más que en el dictado celeste
o en el ejercicio cuidadoso de la espada
o el pincel

el hombre que yo amo se distingue en la elegancia
en la nobleza de ser siempre fiel escucha
del mandato de su corazón.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mon amante a les vertus de l'eau - Victor Segalen

Francés
Mon amante a les vertus de l'eau : un sourire
clair, des gestes coulants, une voix pure &
chantant goutte à goutte.
Et quand parfois, -- malgré moi -- du feu
passe dans mon regard, elle sait comment
on l'attise en frémissant : eau jetée sur les
charbons rouges.

Mon eau vive, la voici répandue, toute, sur la
terre ! Elle glisse, elle me fuit ; -- & j'ai
soif, & je cours après elle.
De mes mains je fais une coupe. De mes deux
mains je l'étanche avec ivresse, je l'étreins,
je la porte à mes lèvres :
Et j'avale une poignée de boue.
Español
Mi amante tiene las virtudes del agua
una sonrisa clara, gestos fluidos,
una voz pura y cantarina gota por gota.
Y cuando a veces - a pesar mío - el fuego
pasa por mi mirada, ella sabe cómo
atizarlo temblorosamente, vertiendo agua
sobre las brasas incandescentes.

Mi agua vive: ¡Ahí está, derramada toda
sobre la tierra! Se desliza, me huye...
y yo tengo sed y corro detrás de ella.
Con mis manos formo una copa.
Con mi dos manos la sostengo embriagado,
la estrecho, me la llevo a mis labios:
y yo trago un puñado de barro.

La hoguera vikinga - Por Mafer Toro



Hace falta que vengas, Aryam
con un exacto y esos dedos de cirujano,
acróbata y cocinera
Que desprendas una a una las escaras
ya no edulcoradas
ni frías
ya sólo en forma de cicatriz
que una a una sean escrutadas,
desprendidas de su lugar habitual
para dejar la herida vida
sin palabra
(o silencio)
que la ampare
sin palabra (o silencio)
que me ampare.
La sabiduría de tus dedos: rasgándome
devuelves a mi
unas cuantas sílabas
para volver a hablar –por fin-
de la ceniza que arriba entre tus manos.

Travesía del amante




Habito las palabras pronunciadas
y los hilos del temor
al encuentro me arrojo cándida
cegada por tus resplandores

de lo intuido nos queda la advertencia
hendidura amplia y huella de tu cuerpo

a causa de las luces
no puede ser percibida la belleza
sino descubierta rauda
en las instancias del alma.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Circulation - Raymond Carver



And all at length are gathered in.
--LOUISE BOGAN


By the time I came around to feeling pain
and woke up, moonlight
flooded the room. My arm lay paralyzed,
propped up like an old anchor under
your back. You were in a dream,
you said later, where you'd arrived
early for the dance. But after
a moment's anxiety you were okay
because it was really a sidewalk
sale, and the shoes you were wearing,
or not wearing, were fine for that.

*

"Help me," I said. And tried to hoist
my arm. But it just lay there, aching,
unable to rise on its own. Even after
you said, "What is it? What's wrong?"
it stayed put -- deaf, unmoved
by any expression of fear or amazement.
We shouted at it, and grew afraid
when it didn't answer. "It's gone to sleep,"
I said, and hearing those words
knew how absurd this was. But
I couldn't laugh. Somehow,
between the two of us, we managed
to raise it. This can't be my arm
is what I kept thinking as
we thumped it, squeezed it, and
prodded it back to life. Shook it
until that stinging went away.

We said a few words to each other.
I don't remember what. Whatever
reassuring things people
who love each other say to each other
given the hour and such odd
circumstance. I do remember
you remarked how it was light
enough in the room that you could see
circles under my eyes.
You said I needed more regular sleep,
and I agreed. Each of us went
to the bathroom, and climbed back into bed
on our respective sides.
Pulled the covers up. "Good night,"
you said, for the second time that night.
And fell asleep. Maybe
into that same dream, or else another.

*

I lay until daybreak, holding
both arms fast across my chest.
Working my fingers now and then.
While my thoughts kept circling
around and around, but always going back
where they'd started from.
That one inescapable fact: even while
we undertake this trip,
there's another, far more bizarre,
we still have to make.

lunes, 17 de septiembre de 2012

A Charlie Brown Kwanzaa

Máter


Quizás tu madre, por los rigores de obligatoriedad que hay presentes en las labores maternas, esté bastante familiarizada con tus rasgos. Tu madre debe saber cuando mientes, acertar diciéndote que estás equivocado. Debe ser penoso para ti admitirlo. Las madres son así, tienen que aprender, quizás con miedo, a arrojar a sus hijos a una libertad vasta como el silencio rotundo de Astianacte. Debe ser duro para un hombre escuchar suposiciones sobre la relación con su madre, me disculpo por tanta osadía. Esta reflexión nació a partir de preguntarme si alguien que tanto te conoce, si alguien en el mundo, fuera de todo contexto, había advertido como yo el deseo en tus ojos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Andrei Tarkovsky & Sergei Parajanov - Islands

Seda and Charles Aznavour-Yes Ko Ghimetn Chim Gidi - Sayat Nova.m4v

Gousan Sheram - Գուսան Շերամ - Sarer Kaghachem - Սարեր Կաղաչեմ

Sayat Nova Songs (lista de reproducción)

Schoenberg: Verklärte Nacht, Op.4 - Boulez.

Kyle Eastwood - "Andalucia" Live on KPLU

Bashung - Madame rêve

sábado, 8 de septiembre de 2012

27

Son las 12:08 minutos de la madrugada del 4 de septiembre de 2012. Faltan 10h 38m para que se cumplan 27 años desde el momento de mi nacimiento. Este es el año donde, según el legado de algunas superestrellas, me suicido o no. Siempre he pensado en el suicidio y siempre he tenido motivos de sobra para ejecutarlo (o ejecutarme) pero mi curiosidad llega a planos tan ambiciosos que creo jamás la vida será horror suficiente como para evadirla. Así la disfruto en su totalidad; de ciertas ruinas y miserias nace el proceso creativo.
Las personas como yo obedecen, o más bien tienen el deber de obedecer, a ciertos rituales que ayudan a llevar la vida de forma estructurada. Las personas como yo consideran un ritual hacer el amor el día de su cumpleaños. Este año la ruina consiste en que no hay ruina ni tampoco miseria. Mi ruina consiste en no poder intuir el final de aquello que siquiera ha empezado todavía. ¿Bajo cuál artimaña se confirma esta vez el hallazgo de mi intuición? Él allá, intuyendo o inocente, da igual. Lo amo e intuyo de la misma manera. Este año prescindo de mi ritual para darle lugar a algunas nuevas tradiciones que no han saltado a mi cabeza, como era el caso de este escrito media hora atrás.
Este año aprendo a vivir lejos de mi hijo. Es la más ardua labor que me ha tocado después de la maternidad. He aprendido a invertir el tiempo extra en ciertos campos de la reflexividad que no visitaba con tanta frecuencia. Persigo hacer ciertos surcos que ofrezcan espacio a nuevos conocimientos, como, por ejemplo, hablar chino mandarín. Saber en qué demonios consiste concretamente un algoritmo. He decidido repasar mis estudios de mitología grecorromana. Siempre me ha parecido fascinante, sobre todo ahora que estudio con algo de seriedad el campo de la astrología. Además, llevo como tres o cuatro años cargando con un instrumento en un rincón del cuarto que aún no aprendo a tocar bien. Me he propuesto leer música unas tres o cuatro veces y como resultado he aprendido algunos códigos de teoría musical que olvido poco tiempo después. De música hasta ahora sólo sé dos cosas básicas: no enmarco mis gustos en escalas con nombre y apellido. La menor, Do mayor y Re menor son amasijos matemático-verbales que no sé diferenciar todavía. Discrimino la música no por géneros, artistas ni virtuosismos sino por la propensión que tengo hacia ciertos estallidos de la piel y lo más profundo del alma. En otro lugar, no segundo sino más hondo, yace la potencialidad que tiene la música para arrojarme a un autismo que se manifiesta en arritmias y otros enloquecimientos de la emoción que hacen retumbar mi pecho. Aún la técnica no priva sobre la emoción, por tanto, la ejecución no existe. Así tengo la misión de llevar a algún buen puerto lo que sé y no sé sobre música.
Por otra parte, tengo un par de años entregada a recorrer la poesía, he ganado lecturas muy productivas, reflexiones que llevan a diversos lugares de lo interno. Considero la poesía una de las formas más profundas de revelar percepciones y de exponer la parte del alma que reposa en nuestro lenguaje. Sin embargo, para este año, me he propuesto incursionar con respeto en el terreno de la narrativa a fin de ofrecerme una faz más integral como pichón-de-hacedora-de-cadenas-de-palabras. Quiero contar los chismes, las anécdotas, los momentos sin recurrir a la ya tan utilizada arma de la encriptación verbal que, queriéndolo o no, la poesía me ha brindado.
El resto es lo de siempre: Contemplar, estudiar, ejercer una pragmática con una anchura suficiente como para que le quepan dentro uno o dos empleos que paguen algunas imprescindibles latas de sardinas que estoicamente aprendí a comer con gusto después de vieja y también las copas de vino que Miró Pópic, en todo el ejercicio de su vasta ridiculez, aconseja beber para la salud y aquellos Vodka Tonics a los que tanto temor les tenía desde remotos diálogos de “Lost in Translation” que con algunos re-watches y re-bebidas he aprendido a adoptar como bebida oficial del equipo de yo. Me tienen sin cuidado la mayoría de los gustos; quiero viajar, probar, y plasmar el asunto sobre papel. Han sido ya demasiadas exploraciones desde la depresión y la psicoterapia. Este año quiero nutrir mi mundo interior, al cuerpo con costumbres quizás un tanto más apolíneas; tener los arquetipos en orden. Si llevo mi plan a cabo, sólo me quedará pendiente aquel asunto de asumir los nombres tan pronunciados sin temor de que algún temblor, trastabilleo o tiritar revele el hondo amor que se esconde bajo las palabras y breves pensamientos que en lo que va de año se han acostumbrado a ser bien administrados y a lo que considero más valiente de amor: la prudencia de no esperar nada.

Mecano - Descanso Dominical (1988) Álbum completo

Владимир Высоцкий - Патриции

Владимир Высоцкий - Он вчера не вернулся из боя

Eric Dolphy - God Bless the Child

lunes, 27 de agosto de 2012

Cléo - Les fauves (1967)

Ginette Garcin - Cresoxipropanediol en capsule (1966)

The frog song - Robert Charlebois

Nino Ferrer - Mirza (1965)

YVES MONTAND - Les Feuilles Mortes

Andrew hill

CHICK COREA, Windows

Stan Getz Good-bye (HQ)

domingo, 19 de agosto de 2012

Mina Bang bang (1967)

Jason Parker Quartet - Way to Blue (Nick Drake cover)

ビートルズ「ノルウェイの森」を和訳で歌おう"Norwegian Wood" The Beatles Cover

Buddy Rich - Norwegian Wood

mary lou williams - Sagittarius

http://grooveshark.com/s/Sagittarius/49Hug4?src=5

mary lou williams - pisces

http://grooveshark.com/s/Pisces/49HuwS?src=5

mary lou williams - scorpio

mary lou williams - virgo

viernes, 10 de agosto de 2012

Sobre el "Éxtasis de Santa Teresa" de Gian Lorenzo Bernini




“La melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente.”

María Zambrano




La primera oración, la primera que funcione para explicar sucesos tan impenetrables como la sublimación de un mineral hasta el punto de parecer poseer total movilidad y alma. Poder hablarnos, poder respirar, tener olor y más allá sentir. Es probablemente muy difícil de encontrar en el estado transitorio del mirar y el creer. Se está totalmente poseído por el arte: aterrorizado, feliz, triste, loco, vivo o muerto. Sumido en un profundo vértigo sensorial que hace, con este abrupto estrépito místico del contemplar una pieza artística, una exposición intrínseca y total de nuestra vulnerabilidad ante la seducción de lo que fue, alguna vez, piedra. De lo que hoy es pura sensualidad.

No debe ser en vano la prohibición de adoración de imágenes a la que están sometidas algunas religiones. En algunos casos, el sentimiento que podríamos sufrir ante una obra labrada en exquisito estilo antiguo, como resulta ser el de Bernini, no puede ser desde el influjo de nuestra inocencia uno muy diferente del amor.


En el torpe intento de no terminar casados con una Galatea como Pigmalión, intentaremos exponer el sentimiento confuso que encontramos en la obra catalogada como maestra del escultor Gian Lorenzo Bernini: Estasi di santa Teresa d'Avila o “El éxtasis de Santa Teresa”.

¿Por qué querríamos ver en un recinto sacro, la envolvente perfección de algo muy opuesto a lo que es popularmente conocido como un trance espiritual de una santa?
¿Es imaginable acaso que un católico ejemplar someta al clero y a los feligreses a lo que ha llamado Simon Schama “la agonía del orgasmo”?

Probablemente estamos ante un espectáculo carnal perpetuado por Bernini, pero, si este fuera el caso, ninguno de nosotros podría decir con sensatez que se trata de un simbolismo muy velado.
Entonces, para intentar desenmarañar los misterios del Éxtasis de Santa Teresa, retomemos el enigma sobre por qué Bernini colocaría a la Santa en una escena de un éxtasis mucho más corpóreo y erótico que lo que podríamos a la ligera llamar como: ¿Místico? ; ¿espiritual? Y, paralelamente, adoptemos las palabras de Santa Teresa como punto inicial de la inspiración de Bernini en el marco del inquietante sentimiento que comenzaremos a llamar sentimiento barroco.
Sería un error bastante atropellado que intentáramos hacer un despliegue del barroco mostrándolo como un movimiento artístico y mencionando a destajo su diverso legado para el mundo de la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y las artes en general .
No querríamos mostrar al barroco como una época porque al igual que sucede con el romanticismo, el motivo barroco no debe concebirse de esta forma que podríamos, por grandiosa que sea, entender como reductora del barroco (aunque popularmente tomemos el barroco como un periodo histórico, no es este el carácter primordial para la exposición de este punto).

Podríamos decir que hay algo de renacentista en lo barroco y algo de barroco en lo renacentista, pero fuera de cavilaciones, en el contexto de Bernini a nivel emocional y espiritual había surgido un sentimiento de desengaño en el colectivo, un sentimiento que si decidimos llamarlo barroco, llegaría para hacer que todo se viera de manera extraña; tan festiva como funesta, tan hermosa como pavorosa, y en el extraño caso de Bernini tan antigua como novedosa. Ese es el sentimiento que pretendemos observar. Era un dolce stil nuovo y había llegado para quedarse. ¿O es que incluso hoy no nos sentimos de cuando en cuando algo barrocos?

Probablemente en ciertos niveles de conciencia mística haya mucho de espiritualidad en lo erótico. Son muchos los misterios en torno a la sexualidad que distintos tipos de organizaciones religiosas parecen conocer, pero en definitiva la mayoría sostiene que a través del cuerpo y con el conocimiento de éste se puede llegar a crear una especie de puente entre el espíritu y el cuerpo que coloca al ser humano en un estado meditativo de conexión con Dios, y, adoptando una visión monoteísta de las cosas, donde la presencia de Dios sea absoluta en el universo, esto haría que obligatoriamente el ser humano y su cuerpo sean parte de Dios de modo que al estar en comunión total con el cuerpo, si se concibe de esta manera espiritual, se estaría en contacto directo con Dios percibiendo un placer del espíritu por encima del placer físico. Es una experiencia vital que, obviando el extraño pudor y censura que ha venido de la mano con el cristianismo desde sus inicios, podríamos comenzar a llamar éxtasis.
Así, cuando intentamos comprender aquello que hemos denominado éxtasis probablemente lo hagamos desde la idea de la plenitud física cuando deberíamos en cambio hacerlo desde la conciencia del cuerpo como fárfara del alma. De esta forma, el cuerpo es la manifestación tangible de lo que llevamos dentro: una extraña cámara donde a menudo y tormentosamente se conjuga el pensamiento, el anhelo y el vacío en forma de confusión y angustia.
El intento de comprender el ser, salirse de quien se es sólo por un instante con la imposible pretensión de observarse y obtener una respuesta sobre nuestra naturaleza, es un sufrimiento obligado que se impone a nuestra existencia y podemos entender como una forma de pasión. La siempre notoria pasión en las palabras de Santa Teresa.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la única herramienta de Bernini resulta ser la imagen que podía ofrecer de Santa Teresa por eso es quizás que nos encontramos ante una monumental compulsión corporal. Ahora lo único que queda por hacer es comprenderla.
Una entidad totalmente sublime cuyos rasgos de ningún modo serán ni por primera ni por última vez mencionados: Sus ojos ligeramente abiertos, se desprenden de la conciencia. Sus manos que han abandonado toda tensión, ya no quieren aferrarse a nada. Sus pies, última expresión de sus espasmos, parecen suspenderla en una divina levitación. Su boca entreabierta emana un gemido ahogado que expone inevitablemente la delgada línea existente entre el dolor y el placer. Envuelta toda ella en túnicas que, como ha sugerido Simon Schama: “Son una representación de lo que sucede en su interior, el clímax mismo, un océano agitado de olas que se pliega en huecos y grietas como olas que rompen en la costa.” Todo esto creado en un ambiente de complicidad con un ángel de Dios que la ha seducido plenamente.

La Santa Teresa de Bernini representa con dramatismo resplandeciente en esta escena la fragilidad del ser ante lo divino y cómo la entrega total es una forma de pasión. Un delirio que por naturaleza es ambiguo, tanto, como la pasión misma: un disfrutar el dolor y un dolor por el disfrute.

“Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.
Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.”
Santa Teresa de Ávila.
La proeza de Bernini fue sin duda ver. La forma que se podría dar a los pensamientos de Santa Teresa es la forma de la obra misma. De ahí provendría entonces ese carácter tan explicito como barroco y ese “morir por no morir”.

Los misterios en torno a la obra quedarán siempre abiertos a la interpretación; definitivamente debe haber algo de hermetismo en una imagen que pareciera ser evidente. Quizá sea esta una manera de decir algo muy complicado a través de una imagen que en primera instancia parece revelarnos un orgasmo cualquiera petrificado.
Es poco probable que Bernini haya querido inmortalizar la imagen de Santa Teresa. Más que eso, Bernini pareciera querer perpetuar los sentimientos que refleja Santa Teresa en sus palabras. Ese sentir y sufrir la adoración de Dios como algo a lo que el fútil cuerpo humano no puede rebatir, ni ignorar, ni siquiera rechazar.
Podremos decir entonces que lo destacable en esta obra de Bernini es el alto grado de sensibilidad que manifiesta el artista ante lo que Santa Teresa quería decir, algo que nadie sabe aún con exactitud, pero que permanece encriptado en la vorágine del episodio representado por el artista: un instante fascinante de la más divina beatitud.



Tiempos violentos



“Este mundo exclamará por siempre la película que vi una vez
y este mundo te dirá por siempre
que es mejor mirar a la pared.”

-Carlos Alberto García Lange-

Hay unos tipos que salen con esperanza a las cinco de la mañana, unos tipos insomnes que se han cansado de su balcón y protegen del tiempo los últimos cigarrillos amorfos. Guardan la ilusión de que la contemplación del domingo a las cinco de la mañana sea diferente de la que hacemos el resto de los días. El domingo tiene un valor especial, que está subvalorado porque en pleno amanecer es, en su inmensidad, mayormente vacío. ¿Es así?

La ciudad está deshabitada parcialmente, el rumor de los autos es escaso y asemeja a las olas del mar. Los contempladores observan con cuidado y curiosidad la breve inutilidad de los semáforos. Los sitios por donde caminamos constantemente se reescriben, cambian nuestros gestos y nos permiten andar por ahí fluyendo con el rayar del alba, observando con asombro anuncios publicitarios que gritan: “Keep Walking.” Así realizamos nuestro sorprendente paseo, sorprendente porque nos mezcla con las frecuentes mutaciones de nuestra ciudad; lo que estaba acá ya no está, en lo que estaba hay otra cosa, y si no hay nada, está el sentimiento que obliga a la gracia a copular con su enemiga desgracia: sentimiento llamado nostalgia.

Conforme damos cada paso, se esfuma el segundo del que sólo tendremos memoria, memoria que para nosotros será televisiva, quizás televisada; cinematográfica. Lo que nos queda de nuestros momentos es esa voz que nos grita: está esto, está aquello, me hace falta lo otro… Por los ojos se nos escurre el alma desesperada pensando: Esto no volverá. Damos tumbos de preocupación. Más adelante, enmarcados por los árboles de la ciudad, verdor cuya magnificencia es generalmente ignorada, menospreciada, quizá sonreímos por un sentimiento agradablemente familiar que nos dice: vendrán tiempos mejores. La falta de certeza nos deja impreso en el rostro el gesto de la resignación, del ir conforme se nos coloca el camino delante. Nuestra expresión no es particular; vestimos con orgullo la cara, manos y pies que nos fueron asignados en la repartición de cuerpos, seguimos caminando y quizás en ese sol 8:00 a.m., platónico (de plato, no de Platón) germina una vez más en nuestro espíritu el irreductible e inadvertido sentimiento de la melancolía, pero, ¿A quién podríamos engañar poniendo este asunto como sorprendente y novedoso cuando alguna fuerza nos sacó de casa a las cinco de la mañana para fumar un cigarrillo acechando el amanecer?

Caracas tiene muchas particularidades. Mirarla es agradable. Hemos desarrollado una especie de gusto por la observación de todos sus fenómenos, desde las avenidas que huelen a bosque, hasta los sectores humeantes de la avenida Baralt. Hemos aprendido a disfrutar tanto del café por allá como por acá porque se ha desarrollado una fascinación por todo lo que es la ciudad, por los miles de países que están integrados en ella, por todo lo que representa. Sus calles nos cuentan la historia de miles de personas, tanto de los que tienen pasión por las artes y los lugares sibaritas, como de aquellos que extienden la mano pidiendo limosna. En una misma ciudad conviven el motorizado enflusado, el motorizado con camioneta último modelo y el “de a pie”: el contemplador.

Así, conforme imprimimos nuestros pasos, vamos creando nuestra propia historia, haciendo registro de ella mientras probablemente somos además los observados, esa es una de las historias que tenemos para contar.

Caracas es una ciudad ambivalente, por una parte muy amable, por otra, muy violenta. Peor que ver un titular que diga: “Linchado, quemado y arrastrado violador de niñas adolescentes”, es ver a la caterva que lincha, quema y arrastra al tipo. En Caracas esto es posible.

Las anécdotas del Caracazo son infinitas. Mientras unos cuentan cómo corrían por la avenida Nueva Granada, literalmente, sobre los cadáveres esquivando balazos intentando salvar sus vidas, otros cuentan sobre la desesperación que reinaba esos días ante el desabastecimiento. En los sectores más necesitados las madres cuentan cómo hacían sopa con los periódicos para poderle dar una especie de sustento a sus familias. Miles se aproximaban a los establecimientos comerciales buscando desesperadamente alimentos, acá a eso se le llama saqueo. Lo recuerdo especialmente porque llegó mi hermano ese día a la casa, cargaba unas cajas con gesto de “estamos salvados”. Con un amigo decidió abrir la caja en busca de algún preciado manjar. Dentro de la cajas lo que los esperaba eran cientos de botellas de salsa inglesa con las que supongo mi familia hizo la comida de una década.

Es una verdadera lástima que el provecho que se le saque en este país a toda esta anecdótica, sea tan paradójicamente escaso a nivel cinematográfico, pues tenemos miles de versiones de Pulp Fiction, quizá alguna especie de desconocida versión de Natural Born Killers andando en este instante por ahí en el anonimato. No tenemos una forma certera de saber qué demonios pasa en esta ciudad, ni tampoco por qué tanto nos fascina. Lo que nos queda es abrazarla tal como es, no podemos negar cuanto nos gusta. Quizá, en domingo pueda tranquilamente dársele la espalda para contemplar “El Ávila” y disfrutar un poco de ese vértigo verde mientras viciosos nos aferramos a la nostalgia y a un cigarrillo. Quizás alguien nos esté observando.

viernes, 27 de julio de 2012

Disciplina



Cuál es la naturaleza de mi perseverancia
me he dispuesto entera en la obediencia

En mi fracaso en la escritura de los caracteres correctos
soy la masa que intenta hacerse fuerte y precisa
teje músculos
mas dócil como una paloma
por el ejercicio de un principio pasivo
yo aguardo el don de la gracia


Mi corazón late muy fuerte
si algún día te pierdo de vista
y dejas de ser esta verdad que llevo dentro
quizás podría aspirar a completar esta caligrafía.

sábado, 21 de julio de 2012

2010



If I had met you in 2010

I could never possibly guess that I would fall for you

I thought I was in love

maybe just like now

you do.

John Coltrane-Tanganyika strut

Formas de la poesía: All Black's Haka



Prepare yourself

hands on hips, bend the knees!

Stamp the feets as hard as you can!

As hard as you can!

I die, I die, I live, I live!

This is the hairy man who fetched the sun and caused it to shine again!

One upward step! Another upward step! An upward step! Another...

The sun shine!

Dawn!

jueves, 12 de julio de 2012

Matsuri

La verdad interior

Nuestra página no es una que posea la virtud de la serenidad con ligereza. Por calmos que se presenten nuestros cuerpos ante los jurados, el ejercicio en nuestras mentes se conforma enorme. Un día no basta para darnos cuenta de que firme es el cuero de nuestros corazones; amplio el redoble dispuesto a nuestro alrededor. Plena pretende ser esta labor de amparo.

Persigo la conservación de tu inocencia

rescato caracteres que se han perdido entre tus labios con el paso de los años.

La estación es amable, el fuego resplandece doble en medio de la noche. Jóvenes ahora, nos educamos en las verdades interiores. Proponemos erirgir virtudes humildes y algunos tipos de serenidad.

¡Que la profundidad del golpe sobre el cuero de mi corazón con su ruido, no sirva sino para inundar la vastedad y ayudarnos a interpretar aquellos designios que el amor demuestra con sus cargas de pudor y silencio!

miércoles, 16 de mayo de 2012

El carácter

Tú, mi buen amigo, me has acompañado en el camino por donde se mecen las ramas de los sauces. He podido verte en tu simpleza, en la gracia de las conversaciones más afables; refulgente en el oro de un
ocaso fugaz.

Me has brindado poderosas lecciones sobre carácter, mucho me has enseñado.

Sólo las mentes más elevadas comprenden y organizan los misteriosos tránsitos que el cielo con sus astros nos impone.

He conocido a un hombre que remonta los torrentes.

Philip Glass - Opening (from Glassworks)

martes, 1 de mayo de 2012

El arrojo


Grande en efecto es la tarea de estos tiempos extraordinarios. Me aparto del mundo hacia mi soledad
sin pronunciar el nombre de la queja. Yo colocaré bajo tus pies el manto sin mácula junto con
los inmensos resplandores de la luna. Yo te daré, de ser necesario, profundidades de mar.
Puedo ofrecer creíble testimonio de que todavía llevo dentro de los ojos el rayo de la niña; recién afino el canto de la madre. Ríe conmigo en la añorada posición de vida del descanso y del abrazo. Necesitamos, en rigor de nuestras emociones, la ejecución de la transposición efectiva de nuestras edades internas para quedar así uno frente al otro en ritual de encarnación de juventud, aligerada ya la carga de todas nuestras peregrinaciones.

Scott Walker - Nite Flights

Zamba para no morir (-se)



Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer
voy quedándome sólo al final
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo

era el tiempo viejo la flor
la madera frutal
luego el hacha se puso a golpear
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá, nuevo


Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuero asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartida en el aire al gritar, siempre

Mi razón no pide piedad
se dispone a partir
no me asusta la muerte ritual
sólo dormir, verme borrar
una historia me recordará, vivo

veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar
no me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver, nuevo 

Ev'ry Time We Say Goodbye

Who knows where the time goes - Fairport Convention

lunes, 30 de abril de 2012

Hallazgo de las grietas













No quiero hablar de ruinas
sino de espejismos
esa urdimbre de la muerte
y la belleza se ha perdido

acaece el peso de lo vacuo
puesto siempre con tino inigualable
para dejar sus migajas
de tanta y tanta tierra
y cuerpo manoseado

de pilares húmedos mohosos
de palabras lanzas y estertores
frenéticos potros desatados
tanto en cráneo quironeano
como entre las patas y pezuñas
de la cabra

hablemos ahora del latido y
la carrera del dejar violentamente
sobre tu rostro las hogazas del pan
para la cena

de la traición y del insulto
como si fueran portadores
de la hermosura benigna
de todos los encuentros

manojo de tentáculo
hierba salvaje escapando de la grieta
estaba el corazón lleno de sangre
pero podrida toda en compañía
de la gusanera

coqueteo proserpino y
seducción solar inútil
agitado el cuerpo
corazón de odio
exorcizada ya el alma de mi espectro
reposo en la llanura
descartando cocteles barbitúricos
y esperando no ya los espejismos
sino las flores ausentes de tus ruinas

Yo aguardo calma para redimensionar
el dulce hallazgo de la manzanilla.

Poemas - Juan Sánchez Peláez







Transfiguración del amor



Ella, la heroína de los infiernos
Desenvuelve en el hombre
Virajes de la cabeza
Como los reyes en una postal.

En un pie la esquila de los niños
En mi boca una punta de sol frenético
Como la mancha dorada
En la muerte,
Como el mensaje de los paraísos
En las túnicas dormidas con libertad
Transforma el bosque en guante de ruiseñor
En uvas de nieve,
En la conspiración
Que mencionan sus manos.

El que barniza la sombra allá está el más puro enigma
Para esconderla en el interior del Océano
Las sienes devueltas al aire feérico
Bajo una playa trazó señales en el desencanto
Esperando el vértigo que fluía de esa crisis nupcial
O cada extravío entre bahías florecientes
En las oleadas que gravitan al alba
O una copa llameante a la izquierda para alcanzar el
Misterio.









Experiencias menos objetivas


a Henri Michaux


En todas las estaciones vomita mi cuerpo, la ansiedad de mi
cuerpo y mis nubes.

Máscara hechizada de mi albedrío, ¿quién lo sabía? Yo
descendí a los bosques primitivos de mi nostalgia, yo regresaba
triste y altivo como los conquistadores de la noche. El
crepúsculo adora la esclavitud de esta tierra desolada. Yo soy
mi propio ángel y mi único demonio. Y espero el
porvenir.

Pacientes trbajadores de un Wonderland embrionario: sois
demasiado escrupulosos para comprenderme. En un arroyo
vulcanizado, con la sandalia de oro de los desiertos, por la
puerta de coral de los infiernos estareis vosotros, con vuestro
código matrimonial, con leyes tiránicas, con las grullas del
horizonte.

Un fantasma -muy amable por cierto- mece suavemente mis
cabellos. Y su ternura de león estrangulado sobre la vía láctea
no volverá jamás.

domingo, 29 de abril de 2012

Vuelve a tus dioses profundos - Eugenio Montejo


                 Vuelve a tus dioses profundos;
                 están intactos,
                 están al fondo con sus llamas esperando;
                 ningún soplo del tiempo las apaga.
                 Los silenciosos dioses prácticos
                 ocultos en la porosidad de las cosas.
                 Has rodado en el mundo más que ningún guijarro;
                 perdiste tu nombre, tu ciudad,
                 asido a visiones fragmentarias;
                 de tantas horas ¿qué retienes?
                 La música de ser es disonante
                 pero la vida continúa
                 y ciertos acordes prevalecen.
                 La tierra es redonda por deseo
                 de tanto  gravitar;
                 la tierra redondeará todas las cosas
                 cada una a su término.
                 De tantos viajes por el mar
                 de tantas noches al pie de tu lámpara,
                 sólo estas voces te circundan;
                 descifra en ellas el eco de tus dioses;
                 están intactos,
                 están cruzando mudos con sus ojos de peces
                 al fondo de tu sangre.

Terapia



Yazgo profunda en mi cama
abstraída y hambrienta
de las inmediaciones de los bosques
donde uno a veces debería perderse 

para soltar el grito y el eco de su rabia. 

Directorcito de Orquesta =')