
En la página sesenta y nueve
de un libro en edición de bolsillo
encontré las rosas que me trajiste
ya no recuerdo si fue para sorprenderme
un día de los enamorados
o para conmemorar
nuestra primera cita.
Se me ocurrió en aquel momento
que aquellas rosas que brillaban
con sus rojos y sus negros
en los grises de mi cuarto
podrían inmortalizarse
entre las páginas de cualquier libro pesado
pensé que si las conservaba
podría enmarcarlas para dártelas como regalo
y sorprenderte y celebrar
con vino, con música y con sábanas
entre muchos otros
nuestro primer aniversario.
Mi regalo consistía en una devolución
eso hubiese sido bastante ingrato
Me las quedo mi amor
las atesoro porque marcan
en la página sesenta y nueve de Las Flores del Mal
Una carroña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario