jueves, 1 de septiembre de 2011

Poemas de Antonio Simón Calcaño. (Fieles de la soledad 1978).


Nido del pulso

Hay un ruido del tiempo

en la pared

No interrumpido.

Cavar alegre y engañoso

Búsqueda de un tesoro

ya perdido.

Nido del pulso

Bellas la forma

y el heraldo intruso.

Perverso trae al oído

el recuerdo fatal

Mas en la soledad suéname amigo.


El tapado

Acaso protegerlo

del aire, del insecto

o exagerada notación de duelo.

Ante sedoso muro

se frustran

las imágenes.

Añorante su sueño

de completas venus

y parejas aves.

Aquel lento

primaverarse labios

y anochecerse cejas.

Ahora luce nada

en su piel de recubierta

estatua.

Mas un día de sol desesperado

recobrará su entero cuerpo

Volverá entre los vivos.


Vanidad de vanidades

Tus méritos te digo

A tu pequeño mundo

los transcribo.

Complácete

este solemne

yo con gafas.

Tu vanidad

aún más pretende

que me avecinen lauros.

Resígnate

tu nombre

se me perdura en alto.


Espacios

A uno le entregan

espacio grande

Montañas, ríos, parte de mar le entregan.

Los mayores espacios

El cielo profundo

aunque no lo comprenda.

Llena espacios de amor

Ocupa los de pena

Cada quien un espacio sobre tierra.

Ahora

el solitario dice

mi cuarto es bueno.


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