martes, 13 de marzo de 2012

Poemas de Iván Corona





La satisfacción

El tiempo de la agitación y el sobresalto ha pasado.

No más esfuerzo imposible, no más ajetreo incesante con el único propósito de llamar su atención con vanos méritos y hazañas:

Ahora es el momento de la auténtica ofrenda

En el que la alegría de ser tú mismo por fin te es posible

Y la satisfacción de entregarte a ella, sin ninguna vanidad y afectación, te es permitida.

***

La belleza y el milagro

No son más que el arco trazado de un disparo artero.

Un botón de puntería.

Por tal razón he llamado a mi amada, la que es

“como una flecha infalible, bajo el claro de luna”

Y he convertido la imagen de sus ojos el estandarte de mis ejércitos.

***

La paz es sólo el punto de partida

el resto del camino lo recorremos

día a día:

una pausa

larga o breve

no nos acerca más al regreso

es sólo un punto más en el tránsito que no termina.

Entonces no seré un tonto para llamar nuestros encuentros

una tregua

ni la noche

albergue de peregrinos.


La consumación

Estos tímidos y confusos caracteres al borde del camino

Para celebrar

los miles y miles de designios que el soberano cielo cumple

Y el hombre no conoce

No contempla

*

Así, pues, que el hombre vanidoso proclame

Que ha sido su belleza o su coraje o su astucia

Lo que le ha ganado el corazón de su amada:

Yo, más humilde, le deberé mi fortuna

Sólo al Cielo.

La Entrega

La voz y las palabras que te han seducido,

Los trajes y los afeites, el porte y la elegancia

No han sido más que meros rodeos y subterfugios: ahora, que estamos desposados y llenos al fin de alegría permitida, te entrego mis dones más valiosos,

la pobre desnudez y el silencio.



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