martes, 31 de mayo de 2011

Alimento


Minni Havas - Innberg


La pluma expone sus crepitantes

sobre los hilos del papel

y así se modela la flama

abrasadora del vacío.

Páginas movidas suavemente

por el viento que como el diluvio

percuten nuestros párpados.

Mana de tan sublime fuente

el espíritu creador de ese sentido

concebido para que en mi lecho

se amen las palabras.

lunes, 30 de mayo de 2011

Obsidiāri

Masha - Victor Ivanovsky- 2006


Ante tus murallas presenté mis jinetes

ante tus murallas subí mis estandartes

¡Ah! mi ejército imprudente


Este ritmo de marcha tan mezquino

que expuso todas estas presunciones

todo este gigantesco alarde

fárfara de todos mis miedos y carencias

-arma implacable-

Todas mis bestias

todas mis almas intentan abatidas

este arduo ejercicio de desnudez

este silencio que acorralé temeroso ante mi escándalo

esta alma que aturdí con tanto rimbombán

La débil membrana está rota

es momento de observar

no es antes

no es después

Así, estoy ante tus murallas:

Una

sin armamento

sin estandarte

sin armadura

Dejándote ver

-si es de tu gusto-

lo que siempre he sido


este es mi ser irreductible que se muestra

es mi esencia que recorre tus senderos

aunque sean desconocidos

Lo que no me des

no he de tomarlo por la fuerza

Para bien o para mal

puedo mirar al fin

tu belleza.

domingo, 29 de mayo de 2011

Pétalos y páginas

Ophelia - James Bertrand


En la página sesenta y nueve

de un libro en edición de bolsillo

encontré las rosas que me trajiste


ya no recuerdo si fue para sorprenderme

un día de los enamorados

o para conmemorar

nuestra primera cita.


Se me ocurrió en aquel momento

que aquellas rosas que brillaban

con sus rojos y sus negros

en los grises de mi cuarto

podrían inmortalizarse

entre las páginas de cualquier libro pesado

pensé que si las conservaba

podría enmarcarlas para dártelas como regalo

y sorprenderte y celebrar

con vino, con música y con sábanas

entre muchos otros

nuestro primer aniversario.


Mi regalo consistía en una devolución

eso hubiese sido bastante ingrato


Me las quedo mi amor

las atesoro porque marcan

en la página sesenta y nueve de Las Flores del Mal

Una carroña.

martes, 24 de mayo de 2011

Carta a Bob Dylan


Caracas, 24 de mayo de 2011

Ante todo, reciba Usted Señor Bob Dylan mis más sinceras felicitaciones por su cumpleaños. Me sirve Usted de perfecta excusa para escribir estas palabras al son del tintineo de una leve y molesta fuga de agua que me acompaña sentada acá en el piso de mi cuarto de baño. Son las cinco de la mañana, no me dio la gana de dormir y no me dejé invadir por ningún remordimiento de consciencia que me gritase que tengo miles de cosas que hacer mañana. Llegué a la conclusión de que más horas de insomnio, para quién pasó por la Escuela de Medicina, por las crisis asmáticas; por la muerte de seres queridos, por noches de chismorreo solterón femenino; por preparados de absintio, por batidos de nestea con coca-cola que apartaran el sueño y el cansancio a patadas cuando se tiene que presentar un parcial sobre vaya usted a saber qué sobre la Teoría Literaria al día siguiente, para quien ha pasado, además, por la pérdida de amantes que han durado menos que mis mejores zapatos, simplemente, una noche de insomnio porque-quiero-escribir-lo-que-siento no le degenerará lo suficiente el semblante como para no estar parada en el resto de este día ante la ráfaga de viento.

Querido Señor Bob Dylan, siento que se me van los días en silencio, que como recurso desesperado le sonrío llorando a fotografías que ignoran que han capturado la vida que quisiera haber vivido. Seguro, en la valla publicitaria de los últimos pañales chicco, sí está presente este señor radiante que lleva de la mano a mi hijo. Seguro, en la película en cartelera está este señor excepcional que dice que tiene muchísimos defectos pero que hará lo que sea por el corazón de la mujer que ama. Seguro, cuando vuelva a despertar, no estaré escribiendo ninguna carta que intente nuevamente defender mis pocas virtudes. Ya me habré olvidado Señor Bob Dylan de la cantidad de himnos en los que he tenido que ahogar los dolores más profundos, y sabré bien, que mi hijo valorará las ocasiones en las que su madre le dice que está feliz y orgullosa vistiendo besos y sonrisas, y también, aquellas en las que le confiese en un escabroso ejercicio vinculatorio, todas sus penas en llanto.

Ya se habrán borrado de mi memoria Señor Bob Dylan, las posibles decoraciones de la casa minimalista que había soñado. Se me habrá olvidado su chinchorro plácido; y también el gato, el amplio balcón donde se ve lo que sea; y las réplicas de algunos cuadros de la Suite Vollard de Picasso que quería colgar aquí y allá. Mi cabeza dejará de recordar las gratas conversaciones en los pasillos de la universidad, la risa, y se deshará por completo del recuerdo de los hombres que tocan a la puerta con un ramo de flores. De aquellos que prometen cómodas noches de boda en lechos construidos como el de Odiseo y Penélope. De hombres que se confiesan felices y de los que aceptan que es primera vez que se les profesa un “Te Amo”, sincero o no. Porque Querido Señor Bob Dylan, ellos son los mismos que se beben mi café en solitario sin resquemores y le preguntan a todas cuál es su bebida favorita con un tonto: “¿Toddy o Nestea?”. Porque estos hombres reciben masajes, caricias y tertulia de buen grado pero no tienen las bolas para aceptar la crudeza de mi depresión, ni están dispuestos a quedar cansados por trabajo o por amor. Porque cuando hablan de fidelidad se refieren a ellos, a lo que los afecta, porque son ciegos y mudos al sentir ajeno. Porque estos hombres preferirán siempre, ofrecer una larga exposición sobre la tiranía de las mujeres que los alejaron de sus lugares soñados y yo fui lo suficientemente estúpida como para pensar que antes de mí ni siquiera tenían sueño.

Querido Señor Bob Dylan, esta noche me quedé despierta, porque me harté de contener el llanto, porque mis pies se cansaron de tantear los bordes de la cama esperando tropezar con la tibieza de otros pies, porque este desayuno es para comerlo sola, porque estas páginas son para mí y para Usted. ¿Por qué Usted? ¿Quién sabe? Yo sé.

No sé si soy la versión criolla de una triste Madame Bovary que se dejó deslumbrar por la ficción. No sé tampoco si soy la faz atrofiada de una Susanita de Quino. Pero mientras yo estoy acá escribiendo para darle sentido a mi vida, la vida se está viviendo en los libros y en demasiadas fotografías.

¡Feliz Cumpleaños, Señor Bob Dylan!

lunes, 23 de mayo de 2011

Poema de Gabriela Kizer


Pongamos que

este último abril

me dejó un cargamento de tesoros,

piedras preciosas que no sé si arrastro

como bolas de presidiario

o llevo dignamente en una carretilla

que va delante de mis pasos.

Este último abril

me dejó, en principio

siete caries

algunas escondidas

y otras que exhibí a mis alumnos en el aula

como una mujer pobre y mal cuidada

que hablaba de mundos ideales y perfectos.

Y seguramente hubo quien creyó,

quien vio los huecos negros

quien no oyó.

Este último abril

me dejó, en segundo término,

algunos arañazos de frente y de costado,

una naranja comida a gajos

que supe tapar con mangas largas,

palabras de más y botines ajustados

que nunca resultaron suficientes

para pisar la primavera

que me pisaba a mí mientras pasaba.

Este último abril

me dejó, en tercer término,

un olvido

desmerecido y cobarde,

que vino a poner crueldad

donde el miedo estrangulaba los cojones,

que vino a poner locura

donde la falta de cojones estrangulaba el amor

que vino a izar esta asta de una bandera victoriosa

con la que alguna libertad vencida y maloliente y muerta

pedía a gritos mi cuello

y la mandíbula helada que profería no mil veces

y mil veces nadie oía,

mil veces no.

Este último abril

me dejó, en algún otro término,

un alma con siete huecos en sus partes delanteras y traseras

visibles y escondidas.

El dentista dice

que acudiendo a la cita tres veces por semana

y con un poco de suerte

puedo volver a sonreír

como si nada hubiese pasado.

El dentista dice que mi boca sufrió

como de una balacera incomprensible

y yo me callo,

acepto que taladre sin anestesia

porque parece que su única guía

es la escasa sensibilidad que aún queda.

Luego me llama mujer cuatriboleada,

me da un café muy negro

y me manda a casa,

doy gracias al cielo

y al dentista

y reflexiono:

a fin de cuentas

no sabía que la odontología era una ciencia tan sabia,

no sabía que para curar un hueco enfermo

era menester abrirlo hasta lo último,

hasta lo último del hueco y del dolor

y que no se podía gritar sino con la garganta

y ahogar el grito de modo que se devuelva

a los intestinos para que no cunda el pánico

en la sala de espera

aunque yo sea la última paciente de una tarde

y de un dentista que me cura,

que me puebla la boca de amalgamas,

de porcelanas cuidadosamente escogidas

como si me estuviese devolviendo los dientes

y ambos sabemos que no

pero sacamos las cuentas ya van cuatro

y así se perfora el alma reponiéndose

y va saliendo el pus

de todas las heridas infectadas

las de afuera

y a las que no se les puede aplicar

alcohol ni agua oxigenada

para que haga burbujas

y uno sople

sobre este último abril para que se vaya tan lejos

que no vuelva

como regresarás tú detrás de tu vendimia

en la que seguro estarás ahora descubriendo

los vinos que no me diste a probar

y el amor que guardaste para más adelante.

Y más adelante es ahora,

más adelante es este taladro

que va hundiendo cada letra de tu nombre

como si se tratara de siete entierros.

¡Qué maravilla!

Siete entierros de los cuales

mi boca saldrá plateada y blanca y amarilla

como la más hermosa luna llena

que pueda aparecer.

Y tú regresarás entonces

dolido quizá

quién sabe

si sediento del bloody mary inimitable,

de las ensaladitas digestivas

o del cuerpo

de la carnada

porque la carne ¿recuerdas?

hacía daño a la hora de cenar.

¿Y qué diré entonces, hombre?,

¿diré que el pedacito de carne se zafó del anzuelo

y se arrojó al pez que acaba de tragárselo?

¡Ahh!

¿Quién puede brindar conmigo ahora?

Tú no.

Tú regresarás como extraviado

de alguna noche de sensaciones salobres,

regresarás como el primer Adán sin su costilla.

Y ya tu costilla no tendrá beso para darle a nadie,

ya Eva habrá ido varias veces al dentista

y le habrá perdido algún miedo a los infiernos

y doblará estas hojitas

para tenerlas por si acaso en la cartera

hasta que alguna matica endeble

o algún cactus o diente de leche o lo que sea

pueda asomar otra tarde

en algún soplo de milagro

que venga azaroso y porque sí,

porque después de tanta pena

alguien merecerá que le quiten las lagañas

sin un solo gesto de asco.

Se acabó.

El punto final es Eva saldando su cuenta con el dentista.

martes, 17 de mayo de 2011

La ablución


Manantiales del cielo

caudales sobre la tierra

y profundidades abismales

cuántas invocaciones son

necesarias para que

se abran paso

y

lleven consigo

todo aquello

que les pertenece.





lunes, 16 de mayo de 2011

Máscaras



I

Me tengo que arreglar
pero he estado evitando
los espejos
ellos curiosos
siempre me exponen
los trazos de mi rostro
son sometidos
día tras día
a un riguroso escrutinio
reconozco partes
piezas
mas he perdido de vista
a la persona

II

Creo que voy a pintar
estos labios de rojo
para no olvidar sus coordenadas
para recordar que están ahí
hinchados de pasión
vistiendo sensualidad
esperando libertar y embellecer palabras

creo que voy a enmarcar
estos ojos con negro humo
para recordar que están ahí
acostumbrados a la espera
vestidos de tragedia
hambrientos de un escaso instante
que valga la pena contar

tuve que maquillar este rostro
para advertir su presencia
para recordar que estoy aquí

hinchada de tragedia
vestida de pasión
esperando el instante


donde me atreva a libertar y embellecer
estas palabras.

domingo, 15 de mayo de 2011

A Single Man (Soundtrack) - 15 Swimming

Manjar de naranjas

Orange - Sarah Lynch


¿Te provoca un té frío
una galleta
un refresco?
Te hice manjar de naranja
mañana vamos a la playa

Te viene a buscar tu tía Maritza
¡Déja la bulla que ya son las once!

La niña asentía con la cabeza
decía en voz baja:
bueno...

había una gratitud tácita
de la niña hacia su vida

Bueno. Sabrosa inocencia que no pretendía nada.

Dylan Thomas - Do not go gentle into that good night


DO NOT GO GENTLE INTO THAT GOOD NIGHT

Do not go gentle into that good night,

Old age should burn and rage at close of day;

Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,

Because their words had forked no lightning they

Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright

Their frail deeds might have danced in a green bay,

Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,

And learn, too late, they grieved it on its way,

Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight

Blind eyes could blaze like meteors and be gay,

Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,

Curse, bless me now with your fierce tears, I pray.

Do not go gentle into that good night.

Rage, rage against the dying of the light.

Stanley Kunitz - The Portrait

I'm Deranged. David Bowie soundtrack "Lost Highway" 1997

sábado, 14 de mayo de 2011

El camino


Este camino lo he recorrido en giros
donde siempre pude
cerrar los ojos
para descubrirte al abrirlos a mi lado
abrir mi mano para cerrarla sobre la tuya
tocarte como un pecho voluptuoso
en cada giro y abrir de ojos aparecías
mis manos sufrían ese instante de soledad
era un sacrificio que prometía el placer de asirte
el goce de encontrarte
en cada parpadeo vi siempre tus colores
te revelabas tras largas noches de sueño
tras las horas de espera
esplendoroso en tu bondad
generoso
fuerte
mis giros continúan aunque mis ojos ya no te encuentren
mis manos se abren y se cierran frente a ellos
mi giro se acelera desesperado
incesante
caigo como la lluvia
como la noche
caigo tantas veces que ya no me puedo alzar


mis manos vehementes se abren y se cierran
sólo capturan, raptan y recogen del aire
el recuerdo de tu bondad.

viernes, 6 de mayo de 2011

Antony & The Johnsons - The Guests (Live BBC4 2006)


One by one, the guests arrive
The guests are coming through
The open-hearted many
The broken-hearted few
And no one knows where the night is going
And no one knows why the wine is flowing
Oh love I need you
I need you
I need you
I need you
Oh . . . I need you now

And those who dance, begin to dance
Those who weep begin
And "Welcome, welcome" cries a voice
"Let all my guests come in."

And no one knows where the night is going ...

And all go stumbling through that house
in lonely secrecy
Saying "Do reveal yourself"
or "Why has thou forsaken me?"

And no one knows where the night is going ...

All at once the torches flare
The inner door flies open
One by one they enter there
In every style of passion

And no one knows where the night is going ...

And here they take their sweet repast
While house and grounds dissolve
And one by one the guests are cast
Beyond the garden wall

And no one knows where the night is going ...

Those who dance, begin to dance
Those who weep begin
Those who earnestly are lost
Are lost and lost again

And no one knows where the night is going ...

One by the guests arrive
The guests are coming through
The broken-hearted many
The open-hearted few

And no one knows where the night is going ...



jueves, 5 de mayo de 2011

Remembranzas


Como la edad de los árboles
o como la alta rampa de arena frente a la mar
que devela el ímpetu del oleaje de los días ya pasados
como el sexo de la tortuga

veo por vez primera
estas tramas en mis uñas

me pregunto si me hablan
en términos de días transcurridos
si cada raya es un llanto
si cada marca representa
una alegría

No sé si están relacionadas
con mis años
o con mi edad


Son solamente voces de realidad en fuga.

Caquexia

Entre los dedos de mis pies
corre este fluir granate

el terreno que estoy pisando
es el de todas nuestras lamentaciones

el pan se puso duro en nuestra mesa

mi huerta ha sido devastada por las plagas

la leche tibia es el sitio de encuentro de las moscas


Donde había miel y flores
comenzaron a brotar
estos cristales de sal negra

Morning Moaning

Mis huesos comienzan
a percibirse solitarios
hacen ruidos como de
casa construida con maderos
el calor los mueve
el frío hace que se contraigan

El dolor invadió todo mi templo
ahora sólo escucho
este quejido

Cábala de los amantes


Primero
díme tus nombres
muéstrate en todo lo que te distingue
pecho de hierro
ánfora de salvación

déjame habitarte.