Para mitigar el duelo (digo yo)
entro con mis amigas en una congregación alegre
el último Viernes de cada mes
servimos en rocas
Scotch
hablamos mal
de casi todo el mundo
nos prolongamos de madrugada
entre música relatos manicuras
también en las rocas.
El quejido se disimula en risotadas
la frustración en astrología
algunos oráculos
predicciones
afirmaciones sobre un futuro más certero.
Ruido de buzz y nicotina surgen de la tertulia nuevos prospectos
Patricia habla de un alemán de un metro ochenta
Adriana, sobre Pablo que no termina de decidirse.
Con frecuencia ellas acuden a mí
en busca de la frase que remate un mensaje
que enviarán gracias al comodín de la embriaguez.
Orgullosa de mi elocuencia, las encomiendo a todas las cosas que no me dejaste decirte.
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