¿Seré yo el atrevido que venga cual gran cosa a conmoverse ante las nubes esparcidas en tu ventanal y a hablar de los hermosos azules cuando ya sobre estos dos todo se ha escrito?
Sí.
Porque no habrá ni libro ni poema que me devuelva una fotografía de tu ventanal.
Quizás sea solo que no hay rejas...
ResponderEliminarOmitir las convulsiones, eventualmente, hará abrir los sentidos.
ResponderEliminar